De las piedras araño los silencios
Y vuelvo hacia mis manos,
Queriendo retenerlos.
Una ráfaga de lágrimas me inunda,
Y caigo en la profunda, idea de perderte,
El cielo se oscurece, se nubla,
Se vuelve temeroso, crispante de relámpagos,
La brisa se hace ráfaga, enloquece,
Y arrastra mi dolor hacia los árboles.
Allí enrede mi pelo y me flameo,
Mientras la lluvia limpia mis heridas.
Tengo dolores viejos y otros nuevos.
Tengo ya tantas noches, como días.
Las vidas se suceden y sé algo,
Al menos con certeza.
No quiero que mi tiempo pase rápido,
Por la faz de la tierra.
No quiero que te marches, ni marcharme,
Que el mundo se detenga,
Y te quedes en mí unido a besos,
En una noche eterna,
Con la luna más grande que hayas visto
Y regado el cielo con estrellas.
Samaluc 26/9/22
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